NACE HAIRKRONE
Artículo original en la Revista Coiffure Professionnell.
Ya no es un sueño. El buque Hairkrone ha comenzado su travesía y su insignia, el precioso salón de esta nueva firma situado en la calle Lagasca de Madrid, plena milla de oro, es el mejor ejemplo de que los sueños dejan de serlo y se hacen realidad por obra y gracias a las personas que los dirigen.
PRIMER OBJETIVO ALFONSO…
Posicionar a la marca Hairkrone y sus salones, como Premium. Y manejando desde el minuto cero un concepto de belleza global: peluquería, estética, tratamientos, uñas, servicios…
SIETE SALONES EN MUY POCO TIEMPO ¿Qué es lo próximo?
Terminar de consolidarnos, apostar por los salones propios y por una franquicia de autor, no para inversores, sino para el propio profesional: reducida pero exquisita, de calidad. Una calidad que en todos los casos es la que guía a Hairkrone. Por supuesto, no me olvido de la formación, la llevo en el ADN, educando tanto a nuestros propios profesionales en dirección, marketing, atención al público, técnica, arte…, como a otros peluqueros. Es otra de mis apuestas. Y cuidar y mimar la imagen al máximo con nuestras propias colecciones, que reconozcan a Hairkrone, su estilo y forma de ser, ver y hacer.
Y EN EL CAMINO UN PARTNER DE PRIMERA, WELLA PROFESSIONALS ¿En qué se basa esta colaboración de confianza mutua entre ambos?
Los conozco desde siempre y ya había tenido oportunidad de colaborar con ellos anteriormente. Les presenté mi proyecto, Hairkrone y lo vieron tan claro como yo. Disponen de la oferta de producto precisa que necesito, además de otra muy amplísima gama para cada necesidad y demanda. Y lo más importante, gozan de un equipo humano consolidado y más que competitivo, que funciona como un engranaje perfecto. Personas que están, se involucran y te apoyan en todo momento. Lo cual para mí es fundamental. Eso es ser un partner que te acompaña en el presente y el proyecto de futuro.
Optimista y preparado, más que preparado, con las ideas muy claras, Alfonso pisa fuerte. “A Hairkrone el cliente acude no sólo a ponerse guapo, sino a sentirse bien y a disfrutar de un rato agradable, de una experiencia única que se mantenga en su retina.” Y es que el cliente, así lo hemos comprobado en primera persona, acude a Hairkrone “buscando algo más”.
En ese capítulo el ‘Care’ ocupa un lugar destacado: “Trabajamos con él en tratamientos, belleza… El ritual en el lavacabezas es prioritario en Hairkrone, y por ende, y como consecuencia, la venta final”.
Alfonso Martínez rememora y cita de nuevo a su padre, el cual y de hecho, ha estado presente en todo momento a lo largo de su carrera: “Mi padre ha sido quien me ha formado no sólo en la teoría y práctica de la peluquería sino en los valores dentro del salón, algo que se olvida en demasiadas ocasiones, y que debería ser siempre nuestra guía”.
Valga así nuestro homenaje a una saga que no se resiste a seguir escribiendo la Historia de la Peluquería. “Mis hijos son ya la tercera generación”, dice orgulloso Alfonso. “La peluquería es el futuro, digan lo que digan. Es un oficio, una ‘empresa’ manual. Allá donde estemos y vayamos, nos seguirán necesitando. El resto lo han de poner los valores y el equipo, la entrega y la gestión del conocimiento.”
Y es que este hombre de pro, incansable y sin fatiga, sólo con ilusión, rubrica: “Cuando una puerta se cierra otra se abre, incluso pueden ser dos…”
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